Con un hermoso día veraniego, encargado especialmente por la asociación para la ocasión, se realizó el pasado martes, la salida cultural a Lizarra, importante ciudad en el desarrollo de la nación Navarra.
Conocimos de la mano de las explicaciones del historiador que nos acompaño de guía, San Pedro de la Rua primera iglesia del primitivo núcleo urbano y su claustra (que no claustro), donde un obispo de Patrás (provincia de Anaya; Grecia) fue enterrado en 1270 cuando murió en su peregrinaje a Santiago en el hospital para peregrinos de San Nicolás en Estella, 1270. Muerto sin desvelar su identidad fue enterrado con sus andrajos de peregrino y todo lo que llevaba, entre otras cosas la ofrenda que portaba al Apóstol: un omoplato de San Andrés (pues el apóstol de Jesucristo, Andrés, fué martirizado en la ciudad de Patrás, en la cruz que lleva su nombre). Al poco tiempo, empezaron a verse por la noche unas misteriosas luces que salían de la tumba. Impresionados por el fenómeno, las autoridades decidieron exhumar el cadáver y así se pudo comprobar por la documentación que acreditaba, que ese hombre era el obispo de Patrás. Después de tener el cadáver expuesto algunos días, fue enterrado de nuevo en la claustra de la iglesia de San Pedro de la Rúa junto con la reliquia de San Andrés, en una sepultura más acorde con su rango eclesiástico. Con el tiempo, San Andrés llegó a ser el patrón de Estella y desde 1625, sus restos se encuentran en el altar de la capilla del Apóstol.
También conocimos el impropiamente llamado Palacio de los Reyes de Navarra, del siglo XII, con la representación simbólica de la lucha y la victoria del cristianismo contra el islam, representado por la lucha entre Roldán y Farragut (gigante moro), según la historia relatada en el Códice Calixtino (libro IV) conservado en Santiago de Compostela. La casa familiar de Fray Diego de Estella, hoy convertida en casa Cultural; el museo carlista, el reconstruido puente medieval destruido por los liberales en 1873, la biblioteca pública con su magnifico rosetón. Y finalmente la Iglesia de San Miguel, ubicada en la cima de un escarpe rocoso conocido como “La Mota”
Se nos explicó la joya artística que es su portada norte, representativa del tardo-románico hispano, desde el tímpano con Cristo en Majestad a los capiteles de las columnas que sujetan las arquivoltas y reflejan la infancia de Cristo. En las arquivoltas, encontramos ángeles, ancianos músicos del Apocalipsis, profetas, martirio de santos y diversas representaciones del mal. Así mismo el conocimiento de la estrella de ocho puntas, hoy escudo de Estella, y mas cosas sobre el interior del edificio. Y finalmente el monumento al auroro Adraino Juaniz.
Después de la comida relajada al borde del rio Ega, la vista del monasterio de Iranzu (helechal) fue una tarde de descanso en plena naturaleza.
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